¿Por qué es tan cara la universidad en Chile?
SANTIAGO.-
La vida de Constanza, en estos momentos, está marcada por una deuda que le
llevará más de una década en pagar.
Esta joven
estudiante de antropología, de 23 años, debe unos US$20.000 para poder estudiar
la mayor parte de su carrera universitaria. Y si termina de cursar las
materias, y debe alguna cuota, no podrá titularse.
La historia
de Constanza, es un ejemplo de lo que vive gran parte de los más de 900 mil
estudiantes universitarios en este país.
Chile es el
país con la educación superior más cara del mundo según la Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico, y el único en América Latina donde todas
las universidades son pagas, una situación que muchos estudiantes perciben como
injusta.
Por ello,
el movimiento aglomerado en la Confederación de Centros de Estudiantes de Chile
(Confech) tiene desde el año pasado protestando en las calles del país. Y este
miércoles se reanudan las manifestaciones.
La
gratuidad de las universidades chilenas desapareció en los años 80 durante el
gobierno militar de Augusto Pinochet.
Desde
entonces la cantidad de estudiantes en educación superior se quintuplicó.
Este aumento
estuvo acompañado de un crecimiento económico (aunque con elevados índices de
desigualdad), pero en la actualidad, la demanda de jóvenes que quieren ingresar
a las universidades no tiene precedentes.
Pero los
costos son enormes. ¿Por qué?
Precio
de una educación:
En las
últimas décadas aumentaron mucho los costos de la educación superior porque la
disposición a pagar es muy alta. Las universidades captaron eso y por ello
fijan los precios a su criterio", señaló a BBC Mundo Claudia Sanhueza,
profesora del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Diego Portales.
Por su
parte, el ministro de Educación de Chile, Harald Beyer, le dijo a BBC Mundo,
que se debe a una mezcla de factores: la falta de inversión en educación
superior, la concentración de esfuerzos de los fondos públicos en otras áreas
como preescolar y escolar y el crecimiento y desarrollo demográfico de la
población joven.
Un informe
publicado en 2009 en conjunto por el Banco Mundial y la OCDE -un ente que
agrupa a las naciones más ricas del planeta- muestra que el precio promedio
anual de la matrícula universitaria es de US$3.400.
Si bien en
Estados Unidos o Australia, por ejemplo, la matrícula puede ascender a decenas
de miles de dólares, cuando se compara el promedio chileno con el poder
adquisitivo se observa que US$3.400 son iguales a 22% del Producto Interno
Bruto per capita.
Y no hay
otro país en el mundo en donde la educación superior sea tan costosa.
"Las
carreras más caras triplican estos costos, lo que resulta insostenible para un
país como Chile", señaló a BBC Mundo Manuel Riesco, del Centro de Estudios
Nacionales de Desarrollo Alternativo, en Santiago.
Riesco tomó
estadísticas del Ministerio de Educación del 2010 y de la encuesta oficial de
hogares y encontró que el costo promedio de las universidades ahora se
encuentra por encima de los US$4.000 anuales. Esta cifra es equiparable al
ingreso mensual promedio de la familia chilena de mayor poder adquisitivo.
"De
los otros sectores familiares ni hablar", aseveró Riesco.
Según sus
cálculos, basados en números oficiales, la familia chilena de menor ingresos
percibe un promedio mensual de US$275, por lo que debería dedicar casi 20 meses
de salario para costear un solo año de universidad de uno de los integrantes
del grupo familiar.
¿No hay
becas?
El Estado
chileno, según la OCDE, ayuda a un 13,8% de los estudiantes con becas, lo cual
se encuentra bastante por debajo de la media de los países que integran dicho
bloque, en donde incluso Estados Unidos, con una reconocida matrícula costosa
(aunque menor a Chile en relación al poder adquisitivo), aporta 51%.
De ahí que
el crédito se convirtió en una de las las principales vías de los estudiantes
para poder estudiar una carrera universitaria.
En Chile,
nuevamente con datos de la OCDE, el Estado asume 18% del total de la matrícula
mientras que las familias asumen el costo del 82% restante, una tasa que supera
a la de cualquier otro país del mundo.
Riesco
afirma que hay 455.000 estudiantes que han recibido el llamado Crédito con Aval
del Estado (CAE), un financiamiento en donde el gobierno actúa de garante para
aquellos con mérito académico.
El total de
estos préstamos otorgados suma unos US$2.200 millones y deja un promedio de
deuda por estudiante de US$4.900.
"Estos
créditos han sido asumidos en su mayor parte por familias más modestas y el
monto promedio representa poco menos de 18 meses de ingresos de una familia del
quintil (de menor ingresos) más pobre", dice Riesco.
¿Vientos
de cambio?
Tras más de
un año de manifestaciones estudiantiles, el gobierno del presidente Sebastian
Piñera anunció recientemente una serie de reformas para tratar de atender lo
que los propios funcionarios del gobierno reconocen como "desigual".
"La
idea es modificar el sistema de financiamiento (de la educación superior)
porque es muy gravoso para los estudiantes y las familias", dijo Beyer a
BBC Mundo.
La
propuesta diseñada desde el despacho de Beyer, recibida esta semana por el
Congreso, baja a partir de 2013 el interés de los créditos de 6% a 2% anual,
limita el monto máximo de pago mensual hasta 10% del ingreso del deudor y
después de 180 cuotas mensuales se condona la deuda.
Para ello,
el Estado intervendría directamente en el financiamiento y saca a los bancos
del papel de prestamista.
"Es un
cambio radical con el sistema que había, que tenía cuotas fijas y tasas de 6%
anual. Era muy gravoso", afirma Beyer.
"Para
esto excluimos al 10% más rico de la población porque esto es un crédito
subsidiado y dada la distribución de ingresos (de Chile) donde el 10% de la población
se lleva 39% del ingreso nacional, entregarle también un crédito subsidiado no
era equitativo", agregó.
El gobierno
también introdujo al legislativo un proyecto para que se apliquen los nuevos
criterios a las deudas ya vigentes entre estudiantes y la banca, en donde el
Estado asumiría las diferencias.
Para
financiar estas y otras reformas en educación, el gobierno busca modificar el
sistema tributario de Chile, con una propuesta que generaría US$1.000 millones
al Fisco.
"El
compromiso es destinarlo todo a la educación", aseveró Beyer.
Además de
modificar el sistema de financiamiento se pretende elevar el número de becas
para cuadruplicar en 2014 las más de 100.000 ayudas financieras que se dan
actualmente a estudiantes universitarios por año.
"Tal
vez las movilizaciones (estudiantiles) adelantaron este proceso, pero estas
ideas eran parte del programa de gobierno del presidente Piñera", afirma
el titular de Educación.
"Pero
hay ciertas cosas que han planteado (los estudiantes) que el gobierno no ha
acogido y no está en su agenda acoger, porque no van en la dirección de mayor
calidad y equidad, como en específico la gratuidad", añadió.
Y es este
el punto de desacuerdo principal para la dirigencia política universitaria.
Algunos reconocen que las reformas son un avance, pero demandan que se
establezca la gratuidad de la educación universitaria.
Esta es una
de las principales razones por las que vuelven las marchas al país.
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